El medio de calentamiento es diferente, al igual que el tubo seleccionado. Los diferentes entornos de trabajo y materiales del tubo también varían. El tubo de calentamiento se divide en aire seco y líquido. En equipos industriales, el tubo de calentamiento seco se divide principalmente en acero inoxidable y aletas. Su característica común es el uso de acero inoxidable, el uso de alambre calefactor eléctrico y la transferencia de calor al aire, lo que aumenta la temperatura del medio calentado. Si bien el tubo de calentamiento permite la combustión en seco, existe una diferencia entre el tubo de calentamiento en seco y el tubo de calentamiento en líquido.
Tubo calefactor de líquido: Es necesario conocer el nivel del líquido y si este es corrosivo. El tubo calefactor debe estar completamente sumergido durante su uso para evitar la quema en seco del tubo calefactor eléctrico, ya que una temperatura superficial demasiado alta podría provocar su rotura. Si se trata de un tubo calefactor de agua blanda convencional, se puede optar por acero inoxidable 304. Si el líquido es corrosivo, según la magnitud de la corrosión, se puede seleccionar acero inoxidable 316, tubo calefactor eléctrico de teflón, tubo de titanio y otros tubos calefactores resistentes a la corrosión. Si se trata de calentar aceite, se puede utilizar acero al carbono o acero inoxidable. El acero al carbono es más económico y, al utilizarse en el aceite calefactor, no se oxida. Si la carga superficial del aceite calefactor es demasiado alta, la temperatura del aceite también aumentará, lo que puede provocar accidentes. Se debe tener cuidado. Es necesario supervisar regularmente la formación de incrustaciones y carbonilla en la superficie del tubo calefactor y tomar medidas para evitar que afecte a la disipación de calor y acorte su vida útil.
Tubo de calentamiento en seco: Existen tubos de calentamiento de acero inoxidable para hornos, tubos de calentamiento de un solo cabezal para el calentamiento de orificios de molde y tubos de calentamiento de aletas para el calentamiento de aire. También se pueden diseñar diferentes formas y potencias según las necesidades. En circunstancias normales, la potencia del tubo de calentamiento en seco no debe superar los 1 kW por metro, pudiendo aumentarse a 1,5 kW con la circulación del ventilador. Para su vida útil, es recomendable contar con un control de temperatura que se ajuste al rango que el tubo puede soportar, de modo que no se caliente constantemente y supere la temperatura que soporta.
Hora de publicación: 01-sep-2023